La elección del color para decorar la habitación de un bebé no es solo una cuestión estética, sino también funcional. Los colores influyen en el estado de ánimo, en el desarrollo del bebé y en la sensación de tranquilidad. Pero, ¿cómo decidir cuál será el tono perfecto para este espacio tan especial? Aquí te dejamos algunos consejos clave para ayudarte en este proceso.
1. Elige colores suaves y neutros
Los tonos suaves como los pasteles o colores neutros como el beige, el gris claro o el blanco ofrecen un ambiente tranquilo y relajante. Son ideales para la habitación de un recién nacido, ya que fomentan la calma y la concentración.
2. Incluye colores estimulantes
Desde los 6 meses, los bebés comienzan a desarrollar su percepción visual. Los colores como el amarillo, el naranja o el azul pueden ser utilizados para agregar un toque de energía y estimulación al espacio. Estos tonos también ayudan a crear un ambiente juguetón y alegre.
3. Colores para el descanso
El rosa, el azul claro o el verde son colores que se relacionan con la relajación y el descanso. Son perfectos para zonas donde el bebé dormirá, ayudando a crear un entorno propicio para el sueño reparador.
4. Combina con materiales y texturas
Los colores no están aislados, sino que deben combinarse con los materiales y texturas del espacio. Añade elementos naturales como la madera, textiles suaves o alfombras acolchonadas para crear un entorno acogedor y seguro para el bebé.
5. Considera la iluminación para decorar la habitación de un bebé
La luz natural y la artificial afectan cómo se perciben los colores en la habitación. Opta por cortinas ligeras y lámparas regulables para ajustar la intensidad de la luz y cómo se refleja el color en el espacio.